El hidrógeno es el elemento más abundante del planeta, representa el 92% en peso de la materia conocida, y se proyecta como el nuevo combustible del futuro.
Sin embargo existe un problema para su utilización: su almacenamiento. Para almacenar hidrógeno se necesita gran cantidad de energía por su necesaria mantención a baja temperatura (-253 grados Celsius), además su alta presión que lo hace inflamable. De acuerdo a esto investigaciones se han enfocado en encontrar nuevos métodos de almacenamiento más eficientes, es así como aparecen las Nanotubulos de Carbono de 60 y 200 átomos de carbono (C60- C200).
El C60 tiene una estructura similar a la de una pelota de fútbol, es decir, a un icosaedro truncado con 60 vértices, en los cuales se encuentra un carbono en cada vértice, tiene 32 caras, 12 son pentágonos y 20 hexágonos de ahí el nombre “buckybolas” o fulleneros (en honor del arquitecto Buckminster Fuller), a todas aquellas estructuras formadas por anillos pentagonales y hexagonales.
Sin embargo existe un problema para su utilización: su almacenamiento. Para almacenar hidrógeno se necesita gran cantidad de energía por su necesaria mantención a baja temperatura (-253 grados Celsius), además su alta presión que lo hace inflamable. De acuerdo a esto investigaciones se han enfocado en encontrar nuevos métodos de almacenamiento más eficientes, es así como aparecen las Nanotubulos de Carbono de 60 y 200 átomos de carbono (C60- C200).
El C60 tiene una estructura similar a la de una pelota de fútbol, es decir, a un icosaedro truncado con 60 vértices, en los cuales se encuentra un carbono en cada vértice, tiene 32 caras, 12 son pentágonos y 20 hexágonos de ahí el nombre “buckybolas” o fulleneros (en honor del arquitecto Buckminster Fuller), a todas aquellas estructuras formadas por anillos pentagonales y hexagonales.
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